La crianza es una vivencia común entre el estudiantado UC, que conlleva mucho trabajo independiente en la edad en que se haga. Sin embargo, para el alumnado que debe criar a menores de edad, implica tener una responsabilidad más, además de las que tienen como estudiantes de la universidad, lo que muchas veces deriva en problemáticas y dificultades que muchos madres, padres y tutores legales poseen pero que, a pesar de ello, declaran que no han encontrado una respuesta satisfactoria por parte de la administración. En la siguiente nota conversamos con Camila Parga, integrante de Crianza UC, con quien exploramos las necesidades, requerimientos, perspectivas que tiene un estudiante que debe criar a una persona.
Actualmente, en Chile, dentro de la Ley General de Educación, el artículo 11 especifica que “el embarazo y maternidad no son un impedimento para ingresar y permanecer en un establecimiento de educación superior”. Sin embargo, esto no es suficiente, pues en las universidades chilenas hay un vacío respecto a regulaciones y estatutos para enfrentar las distintas problemáticas que enfrentan las personas que crían: Falta de flexibilidad en los plazos para las entregas, inasistencias, poca voluntad del profesorado para permitir a infantes en las clases son algunas de ellas.
Camila Parga (27) estudiante de Trabajo Social y mamá de una niña de 6 años, es una de las coordinadoras de Crianza UC, una organización dedicada a formar redes de apoyo entre estudiantes que deban criar a algún menor de edad y, junto con ello, canalizar necesidades a las autoridades y representantes para que se puedan buscar soluciones y medidas a las dificultades que viven.
“La base de todas las dificultades que podemos enfrentar [como madres, padres y tutores de la UC] está en que, por un lado, estamos pasando el proceso de la universidad, que en sí mismo es intenso y de mucha exigencia, y, por otro lado, estamos ejerciendo simultáneamente la crianza. Estas dos dimensiones no están creadas para convivir la una con la otra. Es un fenómeno que tiene demasiadas aristas y cosas que dificultan todo”.
Camila Parga, integrante de Crianza UC.
Con respecto a la vida universitaria y la relación con el resto del estudiantado, hay prejuicios complejos de combatir: “Cuesta un poco que ellos dimensionen como el nivel de Cosas que tú tienes que hacer en un día o como el nivel de exigencia que tú tienes como a nivel personal”. Por otro lado, “hay todo un mundo relacionado a cómo convivimos con nuestros compañeros, compañeras y compañeres, cómo logramos bajo nuestros tiempos y nuestras dinámicas, calzar en los tiempos con elles”.
Con los profesores pasa algo parecido, pues predomina esta idea del “alumno irresponsable” que no entrega cosas dentro de plazo, o tiene muchas inasistencias, “cuando no puede estar más lejos de la realidad”.
En la Universidad Católica existe el Programa de Madres y Padres, que, si bien puede traer algunos beneficios, no funcionan correctamente, según comenta Camila. El Beneficio Banner forma parte de este programa, el cual consiste en prioridad en la inscripción de cursos en banner al ser madre, padre o tutor legal: de un hijo (a) de 0 a 2 años, obtienen 30% superior en ranking de prioridad o un hijo (a) de 2 a 12 años, obtienen 0% superior del ranking de prioridad, sólo durante los 4 primeros semestres desde el ingreso a la universidad.
Según menciona la entrevistada, si bien suena como una gran ventaja, por los pocos requisitos, el corte de dos años y el límite de edad hacen que, en realidad, no sea así. “Finalmente toda esta gama como de beneficios que promociona la Universidad, o uno no cumple los requisitos o los cupos son muy pocos o tienen una limitación de edad y finalmente son muy pocos los beneficios que funcionan. Pero así como beneficios concretos, no hay”.
Desde Crianza UC han levantado la problemática con el Beneficio Banner desde el 2020, haciendo un llamado a la institución para poder mejorarlo. No obstante, no han logrado avances en esta materia.
“La falla de la UC podría estar más dirigida a que promociona y se muestra como una institución que tiene esta gran cantidad de beneficios, y que finalmente, cuando uno entra la realidad es muy distinta”, comenta desde su experiencia personal. “A mí me pasó y les pasa a muchas madres con las que he conversado. Elegimos esta Universidad porque era de las pocas que ofrecía este tipo de beneficio y siempre se mostraba como que podías tomar los ramos con prioridad, pero finalmente el beneficio solo te avanza un par de puestos”.
Principales problemáticas
Actualmente, situaciones como las inasistencias, son la problemática más urgente, ya que puede llevar a la reprobación de un ramo, aunque sean faltas justificadas. “Nos pasa muchas veces que nuestras o nuestros hijos e hijas están enfermas y no podemos ir, etcétera, y finalmente los justificativos también tienen si no me equivoco un corte de 5 años o 7 años e igual después te citan si es que faltas muchas veces”. de alguna forma depende demasiado de la escuela, depende demasiado del profesor, puedes recibir una gran apertura, o pueden decirte como ‘lo siento’”
Este problema, junto a otras situaciones más, declara que se repiten constantemente dado que el problema de fondo es la falta de regulación o estatutos, “en la UC y en todas las universidades del país”, agrega.
“Definitivamente se puede hacer un mejor trabajo, especialmente porque, muchas de las cosas que se necesitan cambiar, no dependen de una gran inversión de presupuesto”.
– Camila Parga, sobre el desempeño de las universidades en esta materia.
Un mensaje para la comunidad UC
Al consultarle sobre qué le gustaría transmitir a sus compañeros, profesores y comunidad universitaria, Camila indica que “el mensaje está en que observen en su entorno. Que los profesores estén atentos a cuáles son las necesidades de los estudiantes que ejercemos la crianza. A nivel institucional, trabajar de acuerdo a las necesidades reales con programas para apoyarnos como estudiantes.”
Por otro lado, interpela también a los estudiantes que tienen clases con sus compañeros que son madres o padres, haciendo un llamado a “ser conscientes de que existimos” y que “tenemos ciertas dificultades, que necesitamos cierta contención. De repente yo sé que a veces es mucha más pega trabajar con nosotres porque los horarios a veces no calzan y cosas por el estilo, pero es necesario, creo que creo que es importante empezar a generar una cultura de cuidado, de comprender la realidad del otro.” Concluye así que hay que “avanzar [en esta materia] para que este espacio educativo sea lo más ameno posible”.
Nota realizada por Victoria García y Sofía Ortiz.