A 50 años del golpe que quebrantó la democracia en nuestro país, las infancias comprenden un grupo social clave, pero constantemente relegado de esta parte de la historia. “De la seguridad de los niños depende el futuro de Chile” se leía en los carteles de la Unidad Popular y “el niño será el único privilegiado” señalaba el presidente Salvador Allende en su discurso de inicio del año escolar el 1971.
A 50 años, según los datos recopilados por la Defensoría de la Niñez, durante la dictadura 40 NNA fueron detenidos y hechos desaparecer, 956 fueron víctimas de prisión política y tortura, 150 fueron ejecutados y cerca de 700 quedaron huérfanos. Actualmente, las infancias aún son un grupo social invisibilizado, sin embargo, sumamos a nuestra memoria a todas las que, por culpa del régimen sangriento y feroz, vieron vulnerados sus derechos.
A 50 años, el proyecto de Salvador Allende nos sigue entregando enseñanzas y desafíos, porque justamente, aún nos falta comprender que la felicidad del Chile que tanto anhelamos, comienza con las infancias.
Lydia Carrasco
Estudiante de Pedagogía en Educación Parvularia
Consejera Territorial de Educación