El pasado lunes 16 de octubre, un lienzo rojo con la consigna “Palestina libre, abajo el sionismo” fue colgado en el territorio de humanidades en el campus San Joaquín por individuos no identificados. Tras ser retirado, el lienzo volvió a aparecer al día siguiente en una ubicación diferente del patio.
El Centro de Estudiantes de Ciencias Políticas (CECIP) emitió una declaración el primer día a través de las historias de su cuenta de Instagram, en la que expresaba su rechazo al lienzo y destacaba la importancia de respetar a todos los miembros de la comunidad universitaria, independientemente de su ascendencia o opiniones:
”Queremos hacer el llamado a respetarnos como comunidad y rechazar categóricamente cualquier ataque y/o acto de discriminacion hacia nuestres compañeres, ya sea por pertenecer a una familia de ascendencia judía o palestina o por su opinión. En particular, manifestamos nuestro rechazo ante el lienzo instalado el día de hoy en el patio de humanidades. El antisemitismo no tiene ni debe tener lugar, ni en FHUMA ni en la UC”.
Sin embargo, el comunicado fue eliminado minutos después de su publicación, y hasta la fecha, no se han emitido nuevas declaraciones desde los centros de estudiantes o la administración de la universidad. En este contexto, El PUClítico solicitó declaraciones a los centros de alumnos del territorio respecto a su posición frente al lienzo, sin embargo no recibió respuesta.
Por otro lado, Emil Schonberger, presidente de la Federación de Estudiantes y Jóvenes Judíos (FEJJ) expresó su posición sobre el tema, condenando el mensaje del lienzo.
“Los últimos días apareció en el Campus de San Joaquín un lienzo con el mensaje: ´Palestina libre: abajo el sionismo´. Esto constituye una clara y grave discriminación hacia la totalidad de los estudiantes judíos de la UC (que no son pocos), ¿por qué? Porque todos somos sionistas. Todos nos identificamos con este movimiento en favor de la autodeterminación y la condición de Estado del pueblo judío en su patria ancestral, la tierra de Israel. Este es un movimiento totalmente legítimo y está sumamente ligado a nuestra condición de judíos, por lo que una manifestación de esa índole atenta contra nuestra integridad y seguridad como estudiantes, ya que incita a la violencia y al odio”.
Desde el martes 17, el lienzo no ha vuelto a aparecer en el campus, y la identidad de los individuos que lo colgaron continúa siendo un misterio.