Señor Director,

Animalia UC es una iniciativa estudiantil que, desde 2009, se dedica a cuidar a perros y gatos en situación de abandono en el campus San Joaquín. Esto incluye la alimentación diaria, la atención en salud y la promoción de adopciones responsables. Sin embargo, desde el año pasado hemos enfrentado dificultades debido a robos reiterados de medicamentos, alimentos y otros insumos.

El 26 de septiembre, saquearon nuestro contenedor y se llevaron un saco de 20 kg de alimento para perros y otro de 10 kg para gatos. Este es el segundo robo de comida que sufrimos este año, y el año pasado enfrentamos tres. Estos robos han incrementado nuestros gastos, obligándonos a costear candados y reponer los insumos robados. Aunque esto pueda parecer de menor magnitud en comparación con otras situaciones en el campus, para los animales significa no comer durante uno o más días. Actualmente, nos encontramos en un momento crítico en cuanto a nuestras finanzas. Muchos de los animales bajo nuestro cuidado requieren tratamientos complejos y costosos, y nuestras campañas de recaudación no han tenido el alcance esperado.

A raíz de esta crisis financiera, hemos decidido no aceptar nuevos casos. Esta medida nos permitirá concentrar nuestros escasos recursos en los animales ya comprometidos. Sin embargo, los gastos generados por estos robos afectan directamente nuestra capacidad para cumplir con los tratamientos necesarios para nuestros casos actuales.

Hemos tomado precauciones para resguardar nuestros insumos, como almacenar algunos en nuestras casas. Sin embargo, ciertos elementos deben permanecer en la universidad por motivos logísticos. Desafortunadamente, no hemos logrado acceder a un espacio cerrado en el campus y hemos tenido que almacenar nuestros insumos en contenedores al aire libre, lo que nos deja vulnerables a robos y plagas. Esto también genera pérdidas significativas, especialmente en verano.

Nuestra labor es completamente voluntaria y se fundamenta en el compromiso con el bienestar animal. Sin embargo, estas situaciones nos afectan profundamente. Los robos no solo implican un costo económico, sino que también menoscaban nuestros esfuerzos colectivos. Sacrificamos horas de estudio, tiempo libre y momentos familiares. Nos trasladamos durante horas en transporte público para buscar suministros, organizamos actividades para recaudar fondos y asumimos turnos diarios para alimentar a los animales y llevarlos al veterinario, entre otras tareas.

Queremos recalcar que los verdaderos perjudicados en estas situaciones no somos nosotros, sino los animales que dependen de nuestro cuidado. Ellos confían plenamente en que les brindaremos la atención que necesitan, y lamentablemente, con estos incidentes hemos fallado en cumplir esa promesa.

Equipo de Animalia UC

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