Estimado director:
El día 25 de marzo se conmemora el Día del Niño que está por Nacer con motivo de defender y promover una cultura provida que solidarice con aquellas madres que se encuentran en situaciones de embarazos vulnerables, para así generar una oposición efectiva contra los movimientos abortistas que buscan entregar una vía utilitarista y contraria a la dignidad de las personas.
En nuestro país también conmemoramos el Día de los Santos Inocentes que busca recordar aquel triste pasaje bíblico en que el rey Herodes, temeroso de la divinidad de Jesús, ordenó la matanza de todos los menores que recientemente habían nacido en Belén con el objetivo de deshacerse del mesías. El registro es bastante decidor en cuanto la tragedia es abordada desde la desesperación de las madres al darse cuenta de que sus lamentos son en vano, pues sus retoños ya no existen más.
El avance de una cultura que relativiza la vida y dignidad de las personas podría encontrar su punto cúlmine con la Ley de Aborto en 2017, la cual no solo despenalizó este delito bajo las denominadas “Tres Causales”, sino que además promovió y garantizó diversos procedimientos intervencionistas que atentaban contra la salud física y mental de las mujeres que se encontraban en alguna de las situaciones contempladas en esta nueva ley.
El aborto junto a la eutanasia constituyen un fiel reflejo de como un número importante de personas ha adherido a los supuestos de cuando una persona vale mas que otra, o cuando vale la pena vivir una vida. Es por esto que invito a la comunidad universitaria a utilizar estos días para reflexionar en torno al valor de cada persona y ojalá dejarnos inspirar por las enseñanzas cristianas que nos permiten tener claridad en la búsqueda por la dignidad fundamental.
Juan Pablo Barría
Presidente Conservadores
