Estimado director:
La semana pasada se llevó a cabo un panel de movimientos políticos, organizado por este mismo medio, en donde se trataron diversos temas relacionados a los desafíos y proyecciones para este semestre. En el marco de la conmemoración de los 50 años del “Golpe Militar” se le preguntó al presidente del Movimiento Gremial sobre las declaraciones de su predecesora realizadas el año pasado durante la campaña FEUC, ante la pregunta este concluyó que el movimiento consideraba que el 11 de septiembre era “la peor fecha de la historia reciente”. Ante estas declaraciones y acercándonos a la fecha en cuestión me parece oportuno esbozar un par de ideas.
En primer lugar, es innegable la relación del Movimiento Gremial con el Gobierno Militar, siendo muchos miembros del movimiento impulsores de la intervención al gobierno de la Unidad Popular y posteriormente ideólogos del sistema político que se llevó a cabo durante aquellos 18 años, y cuyos efectos siguen patentes en nuestra sociedad, siendo ejes de la contingencia, como lo es la discusión constitucional. Las declaraciones de su actual presidente dan cuenta de una progresiva alienación hacia el contexto que permitió el desarrollo y crecimiento de las ideas que fundan el movimiento teniendo todos como objetivo enfrentar la ideología marxista asentada en aquella época.
En segundo término, las declaraciones condenan irrestrictamente las vulneraciones a los Derechos Humanos ocurridas durante el Gobierno Militar, lo que me parece una posición respetable, sin perjuicio de que la falta de precisión pueda concluir en erradas interpretaciones, como responsabilizar únicamente a las Fuerzas Armadas de aquellos delitos, junto con fortalecer el discurso de la izquierda universitaria que busca reducir aquella época exclusivamente a las violaciones sistemáticas descartando cualquier otra posición que pueda agregar otros antecedentes a la realidad histórica.
Finalmente, la existencia de solo dos vertientes: una que reflexiona sobre la crisis institucional anterior a la intervención militar y otra que aboga por las vulneraciones ocurridas a consecuencia de esta, genera la duda acerca de si alguna organización o representante se hará cargo de aquellos 18 años que marcaron nuestra historia y cuyas consecuencias nos interpelan directamente como miembros de la comunidad universitaria, puesto que nuestra Casa de Estudios tuvo un rol preponderante durante todo el proceso. Es de esperar que el Movimiento Gremial pueda utilizar su iniciativa conmemorativa (#ElCaminoHaciaEl11) para reivindicar la realidad histórica y su posición como estandarte de la derecha universitaria.
Juan Pablo Barría,
Presidente Conservadores