Un robo avaluado en más de dos millones de pesos marcó el inicio del segundo semestre de un grupo de alumnos de la Escuela de Odontología, quienes tan sólo a días de haber entrado a clases se percataron de que su equipo clínico, el cual es autofinanciado, se encontraba incompleto o completamente perdido.
“Uno llega a pensar que (la universidad) puede ser un espacio seguro, ya que al final por la cantidad de horas que pasas en ella termina siendo tu ´segunda casa´, sin embargo, esto no podría estar más errado. No hay seguridad ni ningún control que impida que personas con malas intenciones puedan salirse con la suya”, narra Tomás Quesada, estudiante de cuarto año de la Escuela. El estudiante sospecha que una o más personas ingresaron al edificio de la Clínica Odontológica Docente de la Universidad Católica (CODUC) en San Joaquín. Según comenta, quienes perpetuaron el hurto accedieron a las cajoneras de los estudiantes, y le robaron su set completo de instrumental rotatorio que usa para poder atender a sus pacientes.
A solo una semana del inicio de clases del segundo semestre 2023, alumnos de cuarto y quinto año de la Escuela de Odontología denunciaron el robo de sus instrumentales clínicos, desde CODUC. La situación fue denunciada el día 10 de agosto cuando los estudiantes volvieron de vacaciones de invierno. Según testimonios de los afectados, los materiales se encontraban en las “cajoneras” ― casilleros móviles con candado ubicados en los diferentes pisos del edificio― de las cuales tres sufrieron el daño de sus candados para sustraer los insumos. Además, los estudiantes aseguran que las cajoneras se encuentran en un lugar de difícil acceso, esto debido a las medidas de seguridad tomadas a la hora de ingreso.
Desde el Centro de Estudiantes de Odontología (CEO), estiman que la sustracción de los instrumentales supera los dos millones de pesos chilenos, ya que las piezas de los kits rotatorios ― compuestos por 1 micromotor, 1 contra ángulo, 1 turbina y 1 pieza de mano ― están avaluadas entre 300.000 y 600.000 pesos en total, los cuales son costeados por cada alumno. Vicente Córdova, delegado CEO representante de quinto año de odontología, realizó un catastro de los alumnos perjudicados, contabilizando un total de 11 afectados. Entre las víctimas, algunos sufrieron el robo de su kit completo, mientras que otros solo piezas del mismo.
Josefina Lovazzano, estudiante de cuarto año, sufrió el hurto de su pieza de mano recta, ya que el resto del instrumental se encontraba en su casa durante las vacaciones de invierno, lo que impidió el robo de su kit rotatorio completo. “Me robaron en las cajoneras, y me dio lata porque nosotros como curso habíamos preguntado antes de las vacaciones si era necesario sacar nuestras cosas de las cajoneras, como llevarlas a la casa. Y no, los guardias nos habían respondido que no, que podíamos dejarlo ahí, que no había ningún problema, y volví de las vacaciones y ya mis cosas no estaban”, asegura la estudiante afectada.
Tras una reunión entre el CEO y el resto de los delegados estudiantiles, se confirmó la necesidad de una reunión conjunta entre la Dirección de la Escuela de Odontología y CODUC para llegar a una solución y entregar una respuesta a las víctimas. Paralelamente, el CEO lanzó un comunicado con la intención de informar a la comunidad sobre la situación y hacer un llamado al cuidado de las pertenencias del alumnado. Por su parte, CODUC optó por pegar avisos en las cajoneras sugiriendo a los usuarios un cambio de candado para evitar un futuro robo, responsabilizando a los alumnos por la sustracción de sus materiales desde los casilleros. Sin embargo, desde la Clínica Odontológica se comprometieron a contactar a los afectados y revisar opciones de reparación ante la situación.
Tardía respuesta de CODUC
La reunión con las autoridades no llegó hasta casi 3 semanas después, el día 28 de agosto. Los respectivos directores de la Escuela, el Dr. Patricio Smith, y de la Clínica, el Dr. Patricio Palavecino, se comunicaron con el CEO y los delegados para discutir lo ocurrido y posibles medidas a tomar. Los directores concluyeron que, desde ahora en adelante, es responsabilidad de los alumnos la seguridad de sus instrumentales, por lo que indicaron que el material de alto valor no fuera dejado en las cajoneras, y que los alumnos debían llevarlos consigo a casa después de cada jornada. Además, las autoridades antes mencionadas aconsejaron a los estudiantes cambiar los candados de las cajoneras y evitar subir a la clínica con mochila para evitar confusiones.
Al día siguiente, 29 de agosto, la Escuela emitió un comunicado con las medidas a tomar, donde informaron que apoyarán a los afectados por el robo de sus instrumentales clínicos. De igual manera, aseguraron que se reforzarán las medidas de vigilancia, advirtiendo que esto podría molestar o incomodar a los alumnos. En el aviso se insistió en los cambios de candado, además de enfatizar el retiro de instrumental de mayor costo después de cada jornada. Dichas medidas fueron divulgadas, por parte del equipo de la Clínica, a través de carteles pegados en las cajoneras para recordarles a los estudiantes de retirar su instrumental al finalizar el día.
Elías Pardo, vicepresidente interno del CEO, comenta que desde CODUC prometieron medidas que hasta el momento no han cumplido. Entre las disposiciones que dio la Clínica en la reunión del 28 de agosto, se encontraban el reforzamiento de las medidas de vigilancia y rondas de guardias, la compra de candados más seguros por parte de la Escuela y contacto con los estudiantes afectados. “Con nuestros compañeros, la verdad, nos molesta la situación. Porque primero que todo, lo que se nos dijo en la reunión no fue lo que hizo al final la Escuela, además que todavía no nos aseguran que realmente estarán protegidas nuestras pertenencias, lo cual queda en un dilema, o las dejamos con el riesgo que las roben, o llevárnoslas y que se nos pierdan fuera de la escuela”, comenta el vicepresidente del CEO, agregando que, de las medidas prometidas, hasta el momento solo han pegado carteles de prevención para los alumnos.
En la misma línea, Sebastián Ribbeck, estudiante de quinto año, señala que medidas como no poder subir a los boxes con mochilas o bolsos, incomodan el traslado de los materiales en el día a día: “Uno siente que siempre está siendo observado y enjuiciado. No creo que sea realmente una medida para evitar robos”, asegura Ribbeck. Además de esto, afirma que existe una sensación de inseguridad por parte del estudiantado, ya que al llevarse el instrumental a casa se expone a los alumnos a mayores posibilidades de robo en la calle o transporte público.
El día viernes 1 de septiembre, el Dr. Palavecino se reunió con la estudiante Josefina Lovazzano para discutir la situación de los afectados. El director de CODUC le sugirió que se coordinara una reunión con el resto de los alumnos y la dirección para ver qué se podría hacer con la situación de los hurtos y buscar medidas futuras para prevenirlos. Además, el Dr. Palavecino anunció que se está considerando la adquisición de instrumental para prestar a los estudiantes que fueron víctimas del hurto de sus materiales. No obstante, este apoyo para que los estudiantes puedan continuar con sus actividades clínicas aún no está garantizado.