Sr. Director:
Ya a varios días de la elección constitucional es interesante analizar las diversas posiciones que adquirieron los movimientos políticos de la universidad frente a este proceso.
Hagamos un poco de memoria…
El primer debate y a la vez el más álgido en torno al plebiscito constitucional se dio el día 11 de diciembre en una sesión extraordinaria del Consejo Feuc, donde a través del voto ponderado los distintos territorios dieron a conocer su postura frente al proceso, triunfando así la opción En contra, decisión que no fue del agrado de los movimientos de derecha incluido Avanzar, porque consideraban que la mejor forma de garantizar representatividad era a través del voto universal.
Sin embargo y más allá de la postura triunfante, esta en la práctica no fue tan notoria. A diferencia de lo que realizó la Fech, la Feuc no fue protagonista en la campaña.
Los movimientos por su parte, dieron a conocer sus respectivas posturas a través de sus redes sociales. Gremiales junto a Solidaridad se posicionaron A favor; mientras que Nau, Surgencia, JJCC y CS En Contra. Siendo así Avanzar el único movimiento en dar libertad de acción a sus votantes, aunque dentro de sus filas el 64% de sus militantes se posicionó A favor, una acción un tanto rutinaria, porque si recordamos para la elección de Feuc su forma de actuar sería la misma.
¿Qué simboliza Avanzar?…
El centro político a grandes rasgos tiene el deber de actuar como moderador, y constructor de acuerdos entre los distintos bandos políticos. En nuestra universidad aquel centro pareciera estar encarnado en Avanzar, pero el movimiento en su afán de convencer adeptos que simpaticen con esa apariencia centrista lo que ha generado es justamente lo contrario, hoy demuestran falta de convicción y lineamientos claros, debido a sus constantes contradicciones políticas.
Un post de instagram más allá de sus buenas intenciones “liberales” no esconde la importancia del fondo, Avanzar en su mayoría votó “A favor” de la propuesta republicana en conjunto a Solidaridad y el Movimiento gremial, pero también en conjunto a Briones, y Gloria Hutt, algo de lo que no debemos de extrañarnos porque lo que sí está claro dentro del movimiento es que el “evopolismo” siempre ha sido quien guía sus pasos. El liberalismo en esta pasada pareció no importar mucho, porque votaron a favor de una propuesta que en la práctica significaba una serie de retrocesos en cuanto a derechos fundamentales y libertades humanas. ¿Es aquello ser de centro?
Volvamos a la elección Feuc…
A pesar de la libertad de acción que el movimiento concedió a sus militantes, varios de estos incluido su candidato a presidente Feuc, apoyaron abiertamente a Solidaridad, una clara contradicción valórica, porque si de liberalismo y moderación hablamos quienes se acercan programáticamente al movimiento es la Nau. Debemos ser críticos, cuando una de las máximas figuras de Avanzar apoya una opción que no refleja los ideales del movimiento político que lidera, es una pésima señal.
Pongámonos a imaginar un poco, ¿qué pasaría si el Partido Liberal diera libertad de acción a sus militantes, y que Vlado Mirosevic apoyara a Renovación Nacional en una elección?
Claramente dudaríamos de sus convicciones. La lógica bajo este contexto es la misma, pues existe una contradicción moral y política que mancha al movimiento.
Hoy lejos de simbolizar aquel tan anhelado centro pareciera que bailan al mismo ritmo que la derecha. El movimiento camina sobre un espejo enterrado porque no es capaz de mirarse así mismo para darse cuenta de la imagen que proyecta. Tal como decían en los 80s Los prisioneros, pareciera que su forma de hacer política más bien se basa en nunca quedar mal con nadie.
Benjamín Muñoz Rojas
Estudiante de Ciencia política.
