Los trabajadores de servicio, respaldados por representantes estudiantiles, acusan no tener un espacio digno dentro del territorio de Humanidades para comer y descansar. Frente a esto, la Administración del campus responde que las medidas tomadas son para mejorar las condiciones laborales y fomentar un ambiente inclusivo y colaborativo.
Un lienzo con la leyenda “A la UC no le importan sus trabajadores” fue colgado en el patio de Humanidades hace poco más de un mes. A esto se sumó un revuelo en redes sociales, conversaciones entre decanos, una mesa habilitada para que los trabajadores del territorio almorzaran frente a los centros de estudiantes y un intercambio de correos, respondidos de manera ambigua por parte de la administración del campus San Joaquín.
El miércoles 14 de agosto, los trabajadores de Humanidades fueron notificados sobre el desalojo del espacio que utilizaban para comer y descansar entre jornadas, ubicado en una de las esquinas del territorio, al lado del Auditorio de Filosofía. “Nos cambiaron la chapa de la cocina para que no pudiéramos ingresar a tomar desayuno”, relató una de las trabajadoras del territorio.
Uno de los trabajadores relata que uno de sus jefes les dijo que, al fondo, a 10 minutos de caminata (a un costado de las salas Lassen), había un casino que contaba con vestidores y microondas. Sin embargo, al visitar el lugar, se dieron cuenta de que se trataba de una sala con puertas a los costados que conducían a camarines, y encontraron a colegas comiendo en el piso.
*Foto proporcionada por la FHUMESA al visitar el espacio habilitado.
Desde ese viernes, los y las trabajadoras tienen un espacio habilitado frente a los centros de estudiantes de Humanidades. Sin embargo, cuando se quejaron por la situación y la falta de antelación para comunicar el desalojo, la administración les dijo que podían comer en la bodega del territorio. Una trabajadora, que conversó con El PUClítico pero prefiere no revelar su nombre, relata que: “no es digno tomar desayuno, ni comer ahí, en la bodega no existen lugares en donde tomar asiento o descansar, sino que es donde se almacenan todos los productos e implementos de limpieza”.
Desde ese viernes, los trabajadores y las trabajadoras cuentan con un espacio habilitado frente a los centros de estudiantes de Humanidades. Sin embargo, cuando se quejaron por la situación y la falta de aviso previo sobre el desalojo, la administración les indicó que podían comer en la bodega del territorio. Una trabajadora, que conversó con El PUClítico pero prefiere no revelar su nombre, relata: “No es digno tomar desayuno ni comer ahí. En la bodega no hay lugares para sentarse o descansar; sino que es donde se almacenan todos los productos e implementos de limpieza”.
Luego del cierre de la sala habilitada anteriormente para comer en Humanidades, se recurrió al sindicato. Una trabajadora comentó a El PUClítico que la respuesta por parte de sus representantes fue que “buscáramos dónde comer, ya que el cierre de espacios era una ley de la universidad”. Las funcionarias decidieron acercarse a distintos miembros de los centros de estudiantes para manifestar su incomodidad y descontento. “Nos sentimos humillados, discriminados. Siento que para la universidad no valemos nada; somos solo personas de aseo y a ellos solo les importa que tengamos todo limpio”, relata una de las trabajadoras del territorio al ser preguntada sobre la falta de espacios.
La problemática recae, en palabras de los representantes de la Mesa de la Facultad de Humanidades (FHUMESA), en que los trabajadores del territorio no tienen un espacio donde descansar o comer. La opción ofrecida por la institución coincide con el mismo lugar que se les comunicó a los trabajadores antes de ser desalojados; queda a aproximadamente 10 minutos de caminata, en el lado opuesto de Humanidades. Si bien cuenta con microondas y refrigerador, no dispone de mesas ni sillas. Para la FHUMESA, esta situación se convierte en un problema aún mayor al darse cuenta de que muchos de los trabajadores son adultos mayores o personas que sufren algún tipo de problema de movilidad.
Una de las características de Humanidades es que no cuenta con más de unas cuantas mesas dispuestas a los costados del patio, por lo que los estudiantes utilizan el pasto como espacio de distensión. No hay un lugar en el patio de Humanidades en el que los estudiantes puedan sentarse cómodamente, por lo que tampoco existe un espacio para las trabajadoras. Una de ellas menciona: “Nos dijeron que podíamos almorzar en el patio como los alumnos, siendo que yo no soy alumna, soy trabajadora”.
La FHUMESA, al ser contactada, se manifestó colgando un lienzo el 29 de agosto con la leyenda “A la UC no le importan sus trabajadores”, después de que la administración del campus San Joaquín rechazara una reunión solicitada sobre este tema. Moira Cortez, consejera territorial (CT) por la Nueva Acción Universitaria!, declaró que “ellos (los trabajadores) claramente no pueden hacer mucho en esta situación, porque los pueden despedir, y por lo mismo nos pidieron a nosotros como estudiantes que hiciéramos algo. Es por eso que nace la idea de hacer el lienzo y mandar cartas”.
La respuesta de la Administración ante la solicitud de reunión de los representantes de Humanidades.
“En respuesta a su correo, quisiera comentarles sobre las iniciativas implementadas en el marco de la internalización de las labores de limpieza en nuestra Universidad. Se han renovado espacios físicos destinados a los funcionarios asistentes de limpieza, con la entrega de nuevos camarines de acceso exclusivo para su comodidad y bienestar.
Además, hemos trabajado en fortalecer el sentido de comunidad y pertenencia, incorporando a nuestros colaboradores en el uso de Mesón UC y en los casinos, lo que les permite integrarse de manera más efectiva en el entorno universitario.
Estas acciones buscan no solo mejorar las condiciones laborales, sino también fomentar un ambiente inclusivo y colaborativo” manifestaron en un correo, con fecha del 21 de agosto, por parte de la Administración del Campus respecto a la situación de los trabajadores de la Universidad, como respuesta a la FHUMESA.
Por parte de la jefa del Departamento de Gestión de Servicios y Empresas Externas, Carolina Farias, se dio una respuesta similar ante la situación. “Esta medida busca no solo mejorar el bienestar de nuestros funcionarios, sino también fomentar un sentido de comunidad y pertenencia, facilitando su integración en el entorno universitario al considerarles íntegramente en el uso de los mesones UC y casinos” comentó al PUClítico en un correo.
El argumento utilizado por la administración del campus frente a la solicitud de reuniones es la búsqueda de generar comunidad y habilitar un espacio para ello en el otro extremo de la universidad, destinado a los trabajadores más cercanos a la entrada principal del campus. Una de las trabajadoras comenta: “Con la empresa externa nunca tuvimos este problema de que nos iban a quitar la cocina. ¿Por qué ahora que somos parte de la Católica nos tratan así? Nos sentimos súper discriminados”.
Javiera Díaz, CT de La Otra Era, expone que la iniciativa surge “ante la necesidad de que se les diera un espacio para que comieran aquí afuera (en los pastos de Humanidades), y hay muy pocas mesas”. A la falta de mesas se sumó el clima del día, que estuvo acompañado de lluvia y frío, lo que provocó, en palabras de las representantes, una vergüenza digna de enojo.
Soluciones en lo práctico.
Los centros de estudiantes y consejeros territoriales de la Facultad habilitaron una mesa junto a un par de sillas prestadas desde sus salas, para que las y los trabajadores tuvieran un espacio de refugio frente a las oficinas, ya que este espacio está techado e iluminado. Además, actualmente están usando un mesón UC habilitado durante las vacaciones de invierno para calentar sus almuerzos, y se facultó la oficina de las Consejerías Territoriales para que puedan calentar agua y tomar té.
El tema ha sido levantado en dos ocasiones en el Consejo FEUC con la intención de generar un diagnóstico general de cómo están viviendo cada uno de los territorios este desalojo de los espacios que antes eran ocupados por los trabajadores. La primera vez se tocó el punto de manera superficial durante el Varios del Consejo del 21 de agosto, y fue en el consejo del 9 de septiembre donde hubo espacio para hablar a profundidad de la temática. María Jesús Cáceres, presidenta del Centro de Estudiantes de Historia, menciona que “se hace el llamado a todos los representantes estudiantiles […] para que alcen la voz, ya que la dignidad es básica y debe correr para todos los estamentos de la universidad.
Frente a la respuesta insatisfactoria por parte de la Administración del Campus y el lienzo desplegado, la Dirección de Asuntos Estudiantiles, junto a la Dirección de Personas, citaron a una reunión a los presidentes de los Centros de Estudiantes del territorio. Esta reunión, celebrada el 3 de septiembre, terminó con un documento de respuesta por parte de la Dirección de Personas frente a las incomodidades de los representantes, en el que se destacan:
- La instalación de refrigeradores y lockers para que los trabajadores puedan guardar sus utensilios personales (tazas, platos)
- En el Hall Universitario, frente al Mesón UC, también se habilitarán lockers y refrigeradores.
- Durante el mes de agosto se realizaron conversatorios con los trabajadores para poder atender sus necesidades, que servirán como guía para las acciones de la Dirección de Personas en la integración de los funcionarios.
La respuesta a la problemática no ha sido convincente para los representantes estudiantiles, por lo que los trabajadores de Humanidades siguen utilizando el espacio habilitado por los Centros de Estudiantes para almorzar y tener momentos de distensión.