Señor Director:
A días de una nueva elección de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica, conviene traer a la memoria un cuento que, aunque infantil, refleja la triste realidad universitaria:
En el lejano pueblo de la “Osiversidad Mieltólica”, una comunidad de ositos coloridos, se preparaban para elegir a quien dirigiría su aldea el año 2024. Los ositos naranjo, verde, azul, rojo y morado estaban listos para competir en las Osielecciones.
Pero, al abrir las Osiurnas, se encontraron con un OsiProblema: solo el 48,78% de los ositos había participado, cuando la norma exigía el 50% para validar la elección. Los ositos, temiendo perder el poder, se reunieron a escondidas en el bosque para reinterpretar el quórum, proponiendo una “solución” que sumaba los votos de la primera y una “posible” segunda vuelta. Así, lograron la segunda vuelta y, para sorpresa de nadie, el osito verde se hizo nuevamente con el poder de la Villa.
Este cuento, refleja claramente lo que ha sucedido en la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica. En donde, lo que supuestamente debería ser un verdadero espacio para el diálogo y la representación, se ha desvirtuado a tal nivel en que parecería ser el jardín infantil de movimientos políticos y donde las malas prácticas llegan a ser un reflejo de la realidad nacional. Realmente sorprende el afán de poder que ha llevado a algunos movimientos a reinterpretar las reglas a su conveniencia, las malas prácticas, sobornos e incluso hostigamientos, alejándose de los principios que supuestamente defienden.
Lo más preocupante es que estas “osipracticas”, ejecutadas en absoluta discreción, no solo corrompen aún más el sistema universitario, sino que, en su afán de la búsqueda incansable del poder, mezclando intereses personales por sobre las necesidades e intereses de los mismos estudiantes, están hundiendo día a día la política universitaria real.
La baja participación no es un problema aislado, sino que es un síntoma de verdadero desencanto con la política universitaria. ¿Y la respuesta? Un sucio juego por ver quien consigue gobernar la Osiversidad Mieltólica.
Para entender lo que hoy sucede en la política universitaria de la UC, no hace falta analizar complicadas teorías políticas, basta con observar el comportamiento infantil de algunos que, como en el cuento de los ositos, están más preocupados por conservar el poder que por representar a quienes los eligen.
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