La comunidad de Lo Contador ha expresado su preocupación por los altos costos y la escasa variedad de opciones alimentarias en el campus, donde los almuerzos superan los 5.500 pesos. A través de un petitorio, exigen que la universidad apoye la legalización del emprendimiento GOH (Gohans), que cerró debido a las exigencias con la normativa sanitaria, y que se reduzcan los precios y se amplíen las alternativas de comida. Los estudiantes también buscan iniciar un diálogo con la administración para encontrar soluciones a esta problemática
La semana pasada, a través de la cuenta de Instagram de la Consejera Territorial del campus Lo Contador, Monchi Cabrera, se dio a conocer un petitorio que expresa la preocupación de los estudiantes por los altos costos y la escasa diversidad de las opciones alimentarias disponibles en el recinto.
Aunque los estudiantes reconocen la importancia de iniciativas como GOH (Gohans), un emprendimiento que comenzó el año pasado, fundado por Santiago Piano, el cual se convirtió en una opción económica para los estudiantes de Lo Contador, se sienten afectados por su cierre inesperado, decidido por la administración del campus.
Esto fue informado a Piano a través de un correo de Gestión de Espacios enviado el lunes pasado, en el cual se menciona que: “[…] solicitamos los permisos para esta venta y nos indican que no es factible seguir dándolos, el motivo es la posibilidad de fiscalización a la venta de alimentos preparados sin resolución sanitarios dentro de las instalaciones”, añadiendo al final la negación de la autorización para continuar con las ventas.
Si bien la medida se basa en la normativa sanitaria del Decreto 977/96, los estudiantes consideran que la universidad debe asumir la responsabilidad de encontrar soluciones para mejorar la situación alimentaria en el campus.
Los estudiantes presentaron cuando un petitorio formal con dos demandas principales: primero, que la universidad apoye a GOH en los trámites legales para continuar operando en el campus en 2025 y respalde futuros emprendimientos alimentarios; y segundo, que se inicie un diálogo efectivo sobre la reducción de los precios de los alimentos en el campus, que actualmente oscilan entre 6.000 y 7.000 pesos chilenos, considerando que en otras facultades los menús similares cuestan alrededor de 4.000 pesos.
El PUClítico se contactó con Monchi Cabrera para conocer, a grandes rasgos, la problemática que se está viviendo. Cabrera explicó que este tema no es nuevo, sino que ha persistido durante un tiempo y se ha planteado reiteradamente en consejos, centros de estudiantes y la dirección académica.
Santiago Piano, estudiante que inició el emprendimiento de los gohans al llegar a la universidad, lo hizo motivado por la sorpresa ante los altos precios de los almuerzos en el campus, luego de haber estado en la Universidad de Chile. En cuanto a la continuidad de su proyecto, nos comenta: “Voy a tener que hacer personalmente todo lo relacionado con la legalización del negocio y obtener los permisos necesarios”, con el fin de colaborar para que el emprendimiento pueda seguir funcionando. También nos mencionó que no se sabe con certeza si, al realizar los trámites, podrá seguir vendiendo; sin embargo, cree que la verdadera oportunidad está en la gestión con los alumnos, el centro de alumnos y los diálogos con la administración, lo que podría abrir la posibilidad de seguir vendiendo.
La CT del campus explicó la situación de Piano ante el cierre de su emprendimiento: “Le pidió permiso a la administración del campus para vender, y se lo habían dado […] hasta que empezaron a surgir problemas con las exigencias sanitarias, y ahí lo cortaron […]”, comentó Cabrera.
De igual manera, la representante menciona que este petitorio no es solo para que regresen los Gohan —lo cual también desean—, sino para abordar el problema alimentario que enfrentan. Por esta razón, se planteó una reunión durante esta semana con la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) para encontrar soluciones a esta problemática. “Queremos buscar soluciones que, al final, nos permitan garantizar una alimentación justa para los estudiantes”, declaró la CT.
Según declara Cabrera en comparación con otros campus de la universidad, en Lo Contador hay una menor variedad de opciones para almorzar a precios accesibles. Mientras que en otros campus existen varios lugares con precios más bajos, en Lo Contador los estudiantes solo cuentan con dos opciones principales para comprar el almuerzo: el Rock ‘n’ Roll y el Huerto Sur, este último ubicado en el tercer piso de la facultad de Arquitectura. Ambos lugares tienen precios que oscilan entre los 6.000 y 7.000 pesos, una cifra elevada si se considera que los estudiantes del campus también deben costear materiales para los talleres, además de la licencia de Adobe que deben pagar.
El PUClítico realizó una estimación de los gastos mensuales que un estudiante del campus podría enfrentar, basada en consultas realizadas a alumnos del mismo campus y a la CT electa, Titi Miranda. Según esta estimación, un almuerzo promedio costaría $6.500 al día, sin considerar aquellos que se pagan a través de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB). Esto implicaría un gasto mensual de $26.000 en almuerzos, si se consideran cuatro días a la semana, lo que resultaría en un total de $104.000 al mes.
Por otro lado, los materiales necesarios para los estudiantes oscilan entre $8.000 y $40.000 mensuales, dependiendo del taller y los exámenes. Sumando estos costos, el gasto mensual promedio sería de alrededor de $128.000.
En cuanto a los materiales, ninguno de estos gastos es reembolsado por la universidad. De hecho, los mismos centros de alumnos se han visto en la necesidad de crear un banco de materiales básico para apoyar a los estudiantes más necesitados, debido a la falta de soluciones por parte de la institución.
Este no sería el único gasto para los estudiantes, ya que también deben considerar el costo de la licencia de Adobe, que utilizan para realizar la mayoría de los trabajos. Considerando el precio de estudiante en la plataforma, que varía entre $12.900 y $13.000, el total mensual de gastos se elevaría a aproximadamente $141.000, una cifra considerable para el bolsillo de los universitarios.
La DAE confirmó, durante esta jornada, una reunión para evaluar estas situaciones junto a los centros de estudiantes y CT’s del campus.