Loïk Gence, doctor en ciencias, fue grabado saboteando equipos científicos en la Sala Limpia del Campus San Joaquín
Según la querella presentada por la Universidad Católica en el Tribunal 13 de Garantía de Santiago, a las 8 de la mañana del sábado 9 de noviembre, las cámaras de seguridad de San Joaquín captaron a un encapuchado dirigiéndose al edificio 309 de la institución, específicamente al Laboratorio 103, conocido como la Sala Limpia.
El Laboratorio 103, o Sala Limpia, es uno de los espacios más sofisticados de la física experimental en el país. En su interior se encuentran diversos equipos de alto valor. Uno de ellos es el “Equipo para grabado reactivo iónico” (RIE), adquirido a través del VIII Concurso de Equipamiento Científico Mediano Fondequip 2019, con un costo superior a los 215 millones de pesos.
Otro equipo de gran valor es el “Mask Aligner System”, adquirido en 2014 a través de un fondo concursable del Conicyt, con un costo superior a los 41 millones de pesos.
Estos equipos mencionados fueron víctimas del sabotaje cometido por el encapuchado, quien forzó una de las ventanas para ingresar a la Sala Limpia. Una vez dentro, el sujeto llenó una jeringa con ácido de un recipiente que había en el lugar y lo vertió sobre el equipo RIE, dejándolo “completamente inhabilitado para operar”, según evaluaron los investigadores. Además, sustrajo una pieza clave del sistema “Mask Aligner”.
El recorrido hecho por el sujeto en el campus, desde la identificación que presentó para abrir una puerta hasta el momento en que estacionó en el recinto, permitió identificar al exprofesor de Física de la UC, Loïk Gence, quien estuvo en la institución desde 2016 hasta el 16 de julio de este año. Hasta el momento, no se ha hecho público el motivo de su despido. Gence, quien lideraba las investigaciones en la Sala Limpia, está siendo señalado como el principal sospechoso del sabotaje.
A través de un comunicado, la Universidad Católica informó que los equipos dañados fueron los dos previamente mencionados. El “Equipo para grabado reactivo iónico” resultó ser el más afectado, ya que fueron desconectados varios cables de su interior, lo que alteró su funcionamiento. Además, se sustrajeron varios componentes y equipos electrónicos de alto valor. La universidad calificó el incidente como un “acto vandálico” que afectó el desarrollo de las investigaciones y el trabajo de los estudiantes en estas áreas.