El pasado 26 de diciembre, mediante un correo masivo, Formación General UC anunció que sus cursos serían no retirables. La noticia causó polémica y sorpresa. Por esto, una serie de representantes estudiantiles presentó una carta en contra de la medida.
Pocas horas después de Navidad, un correo masivo emanado desde Formación General UC informaba que sus cursos de Formación General no serían retirables a partir del primer semestre de 2025.
La noticia no tardó en causar polémica y sorpresa entre los estudiantes. En ese sentido, la Consejería Superior manifestó que la medida también los tomó por sorpresa, afirmando que estaban trabajando para conocer las explicaciones correspondientes.
El PUClítico se contactó con la consejera superior, Matilda Aldunate, para conocer el manejo de la información sobre esta medida, a lo que ella afirmó que no estaban al tanto de la misma: “Nosotros, como Consejería Superior entrante, finalmente no tuvimos acceso a esta información en mayo, ni se transparentó a los representantes estudiantiles […] nos enteramos de ella recién en las últimas semanas, al mismo tiempo que el resto de los miembros de la universidad”.
De este modo, el pasado jueves 2 de enero, la consejera superior envió una carta a la cadena de representantes a través de Outlook, en la que se solicitaba la adhesión de los diferentes representantes académicos a los nuevos cambios implementados. En concreto, el escrito expresa que la medida es perjudicial para el estudiantado, ya que afecta tanto al aprendizaje como al perfil del egresado UC promovido por la universidad.
En ese sentido, los argumentos esgrimidos en la carta señalan, en primer lugar, que esta medida no contempla las diversas realidades estudiantiles, ya que en marzo se conocen en detalle los requisitos de cada curso y la posibilidad de adaptarlos según las responsabilidades específicas de cada carrera.
En segundo lugar, manifiestan que esta medida genera incentivos para preferir cursos menos exigentes, priorizando el cumplimiento de créditos sobre la adquisición de conocimiento y aprendizaje, lo que contradice el perfil del egresado UC, quien se alejaría de la búsqueda del conocimiento y la innovación.
Finalmente, en tercer lugar, se señala que los Optativos de Formación General representan una herramienta que flexibiliza la carga académica del semestre, y que dicha medida quita la posibilidad de tener control sobre la carga académica del plan curricular de cada estudiante, restando autonomía en los procesos de aprendizaje y en los contextos en los que se desarrollan, afectando además el bienestar y la salud mental.
El escrito finaliza solicitando que la medida sea revisada, considerando la importancia de mantener la capacidad de adaptación en los procesos de inscripción y retiro de los OFG. Asimismo, se destacó como inapropiado el escaso tiempo de antelación del aviso. Además, y considerando que el Retiro Único Extraordinario (botón de pánico) resulta inservible frente a este escenario, se solicitó a las Unidades Académicas que sean comprensivas con las realidades de sus estudiantes y permitan el retiro en circunstancias excepcionales.
Al respecto de la revocación de la medida, Aldunate nos comenta que: “La medida fue tomada en mayo, sinceramente creo que este semestre va a ser muy complicado”. Menciona que, idealmente, para el segundo semestre de 2025 ya debería haberse eliminado.
La carta fue firmada por más de 50 consejerías académicas, y contó también con la adhesión de la FEUC, 29 centros de estudiantes y 40 consejeros territoriales, quienes apoyan la revisión de la medida.
Aun así, tanto la CS como los estudiantes, se mantiene a la espera de una respuesta por parte de las autoridades de la universidad. “No nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Creemos que esta medida fue tomada sin considerar a los estudiantes, por lo que (…) debe haber una transparencia adecuada por parte de la universidad sobre las razones y las explicaciones detrás de esta decisión”.