El rector de la UC, Juan Carlos de la Llera, se refirió al FES y a los problemas que cree que traerá este nuevo sistema de financiamiento. Además, hizo un análisis sobre las falencias que tiene la Ley de Gratuidad.
En medio del debate por el proyecto de ley que busca reemplazar el Crédito con Aval del Estado (CAE) por un nuevo sistema de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES), el rector de la Universidad Católica, Juan Carlos de la Llera, manifestó en entrevista con El Mercurio, reparos a la propuesta del Gobierno y advirtió sobre sus posibles efectos negativos en el sistema universitario.
Uno de los aspectos que más preocupa al rector es el diseño del FES, que establece que solo el décimo decil de ingresos deberá pagar durante la carrera. Según señaló, esto podría incentivar a los postulantes a modificar su información socioeconómica para evitar quedar en ese grupo.
“El séptimo decil prácticamente desaparece, y las formas de lograrlo parten porque somos muy ingeniosos en Chile: te puedes cambiar de domicilio, puedes hacer muchas cosas… Podemos poner en riesgo un proyecto universitario por ese tipo de cosas y no es necesario ponerlo en riesgo”, afirmó.
Consultado sobre el impacto que tendría el nuevo sistema en las universidades, de la Llera señaló que “hay universidades que incluso podrían verse beneficiadas, de eso no tengo ninguna duda, pero hay varias otras que se van a ver tremendamente perjudicadas”. En el caso particular de la UC, agregó que “el déficit nuestro, que ya es importante, aumenta significativamente. Entonces, frente a esa situación, nos pone en una condición crítica”.
El rector también criticó que el proyecto junte dos objetivos distintos: el término del CAE y la creación del FES. “Una cosa es el financiamiento universitario y otra cosa es el CAE, y habría sido mucho más fácil de resolver separando los proyectos. El tema del CAE tiene solución y se puede trabajar específicamente, pero están conjuntos y eso es lo que de alguna manera también complejiza mucho todo el tema”, afirmó.
Otro punto que consideró problemático es que la propuesta elimina las becas de arancel y no permite financiar programas online. “Definitivamente. Creo que lo que tiene que hacer el Estado es exigir calidad. Decir ‘yo te voy a dar estos recursos, pero te voy a exigir que la deserción de tus estudiantes se reduzca y que la empleabilidad aumente’. Tú tienes que exigirle al sistema, pero no vas a poder armar un sistema de educación superior chileno exclusivamente estatal. Esa idea yo encuentro que es un error conceptual”.
Finalmente, al abordar las lecciones que dejó la implementación de la gratuidad, de la Llera advirtió que el sistema debe priorizar a quienes realmente lo necesitan y que el país no puede asumir costos innecesarios en un contexto de recursos limitados. “No te puedes dar el lujo de darle gratuidad a una persona que, a través de su trabajo, pagando un porcentaje bastante menor de su ingreso, pueda pagar después esa deuda que adquirió por estudiar en la universidad”, afirmó. Y agregó: “Hay una falta de ética; hay gente que necesita salud, educación en infancia, gente que no tiene jardines infantiles”.