FE DE ERRATAS: Por error de edición, se confundieron los Cargos de Javiera Berrocal, miembro del pacto de Amanecer el cual se organiza a través de mesa política y Clemente Fernandez, quien goza del puesto de segundo vicepresidente y no secretario ejecutivo.
Entre las polémicas que ha enfrentado la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica (FEUC) en el 2025, destacan las que conciernen a su manejo comunicacional. Muchas de sus publicaciones han causado revuelo, dejando ver quejas de estudiantes que no solo dicen no sentirse representados, sino también pasados a llevar. El dilema, originado a partir de un drástico recorte asignado a asesorías comunicacionales, encierra también, mensajes que nacen sin considerar receptores, alcances, y repercusiones.
“Abórtalo por si sale solidario”, se lee en algunos de los carteles pegados en la oficina de la FEUC; otros, exhiben un “basta de hablar por el estudiantado”. Es 26 de marzo y el recinto amaneció completamente empapelado. Se escuchan gritos y consignas, y mientras agitan un lienzo, estudiantes protestan: no están de acuerdo con el post que la federación publicó conmemorando el Día del Niño por Nacer, no han estado de acuerdo con los comunicados emitidos en ocasiones anteriores y, ciertamente, tampoco lo estarán con aquellos que se publicarán las próximas semanas.
Los comunicados en cuestión
El 30 de enero, a través de una publicación en Instagram, la directiva FEUC dio a conocer su presupuesto FEUC para el año 2025. En este, se anunció la reducción del presupuesto destinado a asesoría comunicacional, reduciendo este ítem de $7,700,000 en 2024, a $0 en 2025. Antes de esto, ya habían surgido un par de polémicas debido a informaciones difundidas por la FEUC. El 22 de enero, causaron revuelo al comunicar que eliminarían vocalías creadas por federaciones anteriores, entre ellas, la de memoria –dedicada a generar espacios de reflexión en torno a la dictadura- y la de feminismo.
El primer incidente que suscitó una polémica notoria para la FEUC llegó el 8 de marzo. A propósito del Día Internacional de la Mujer, se publicó un post con el titular “¿Paro por el 8M?”, donde la directiva FEUC exponía su postura en contra de llevar a cabo la votación extraordinaria de un paro programado para el día 7 de marzo. La situación generó revuelo en el estudiantado. Muchos de los comentarios de la publicación argumentaron que era posible confundir la postura publicada con los resultados oficiales de la votación a paro. Aquello, no solo podía causar desconcierto, sino también influir en los votos de los estudiantes.
Los desacuerdos provocados por las declaraciones de la FEUC alcanzaron nuevas dimensiones a finales de marzo. La federación, con motivo del Día del Niño por Nacer, realizó una publicación el 25 de marzo. El comunicado dio cuenta de una postura provida respecto a la discusión sobre el derecho al aborto. En respuesta, Amanecer y la Nueva Acción Universitaria, un pacto y movimiento situados a la izquierda del espectro político, acudieron a través del boca a boca, a manifestarse al campus San Joaquín. Las quejas, en aquella ocasión, más que ser oídas, fueron registradas por la federación desde el interior de su oficina; las grabaciones serían utilizadas en un video publicado el día siguiente a modo de respuesta, registro audiovisual en que se tildaría a los movimientos de izquierda que acudieron a manifestarse como “intolerantes”.
Por último, la más reciente polémica surgió a partir de un post subido el 27 de abril. La publicación, que celebraba el día del Carabinero, tuvo como resultado que la oposición emplazara a la FEUC acusando que el comunicado era innecesario e inoportuno. Esto, dado el gran alcance que posee la federación, quienes publican contenido sin las sugerencias o recomendaciones de un asesor comunicacional.
Una respuesta de la FEUC
“Nosotros quisimos reordenar las prioridades de la política universitaria. Gastar esa plata en necesidades directas de los estudiantes como son las becas, es a lo que nosotros nos debemos”, expresa Clemente Fernández, secretario ejecutivo de la actual FEUC, al referirse a las razones que han motivado a la administración vigente a reducir el presupuesto comúnmente asignado al asesoramiento comunicacional.
“En esa línea creemos que gastar más de 7 millones en un periodista por parte de la FEUC, no se condice con las necesidades de nuestros compañeros. La FEUC debe gastar los recursos (…) poniendo las urgencias en las mayores necesidades”, añade Fernández a su explicación, dando a entender que la existencia de un filtro a la hora de emitir opiniones desde el oficialismo, no es una necesidad prioritaria para las interacciones rutinarias entre la FEUC y el estudiantado.
Comunicación desde la expertiz
Pese a que abundan profesionales expertos en comunicación estratégica, lo cierto, es que muchos evitan emitir opiniones respecto a la situación actual de la FEUC, argumentando cierto desconocimiento respecto a las polémicas protagonizadas por la federación. Distinto es el caso de Pablo Matus, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile dedicado al estudio de los discursos mediáticos y de la comunicación estratégica; quien, en conversación con el equipo de El PUClítico, ha afirmado que, incluso cuando es posible prescindir de un profesional que asesore en lo comunicacional a la FEUC, un órgano como aquel debería, antes de expresarse, diseñar algún tipo de estrategia.
“Lo más importante en realidad es tener una suerte de política o estrategia de comunicación para que ciertas decisiones no sean azarosas ni accidentales, sino que en el fondo respondan a un diseño que al menos pueda prever ciertos escenarios”, explaya Matus al referirse a cómo, aquello que se publica, también debe ser pensado desde las posibles consecuencias que se pueden generar.
“Un pequeño comité asesor de comunicaciones, alguien que no sea exacta ni exclusivamente del mismo equipo ejecutivo”, añade Matus al mencionar que, idealmente, los mensajes emitidos por la FEUC deberían contar con algún tipo de apreciación por parte de individuos que no pertenezcan a la directiva, y que ayuden a esclarecer cómo es que se ve el panorama desde afuera.
Como tal, las declaraciones vertidas por Matus refieren a cómo es que una federación debería operar. El experto es enfático en mencionar que, para una plena convivencia, es necesario tomar en cuenta las necesidades de quienes piensan distinto a la federación. Sugiere, por ejemplo, llevar a cabo un “mapeo permanente de actores con los cuales te vas a relacionar, desde el punto de vista de sus necesidades, sus intereses, el vínculo favorable o desfavorable que puedan tener con su propia agenda y a partir de ello empezar a construir una red de relaciones”.
Aun cuando el académico sugiere que la FEUC realice ejercicios de identificación respecto al resto de posturas que guarda el estudiantado; lo cierto, es que también recomienda una salida que tal vez pueda ser incluso más eficaz, y es que la FEUC logre “tomar una decisión”. Elegir si quiere ser una federación conciliadora o contestataria, y aceptar las posibles consecuencias tras la determinación; pues solo así podría mitigarse el desgaste mediático que está surgiendo en las interacciones con el resto de movimientos políticos de la UC.
La mirada de la NAU
La Nueva Acción Universitaria (NAU) ha representado una fuerte oposición a la actual FEUC de Solidaridad. Han sido protagonistas al momento de señalar las controversias comunicacionales de la directiva. “No son solamente por inexperiencia, sino también por decisiones que ellos mismos han tomado (…) como por ejemplo eliminar por completo el presupuesto para la asesoría comunicacional”, explaya Moira Cortez, coordinadora general de la NAU.
El movimiento reconoce la elección democrática de la FEUC, es decir, ellos estarían en su total facultad de representar las posturas de su movimiento; no obstante, precisa Moira, este supuesto de base no puede pasar a llevar la institucionalidad de la Universidad. “Esta Federación ha ignorado el Consejo FEUC -que es el máximo órgano de representación- al emitir declaraciones sin consultarlo, por ejemplo, cuando tomaron una postura política antes de que se conocieran los resultados de una votación universal para la paralización del 8M”, acusa Cortez.
“Si la FEUC sostiene que poseen legitimidad para expresar opiniones ideológicas, también deben entender que en una democracia sólida se debe aceptar el disenso”, expresa Cortez, a su vez, al referirse a las acusaciones de “cancelación” y “censura”, que tanto la Directiva FEUC como el rector Juan Carlos de la Llera han expuesto en algunos de sus comunicados.
La perspectiva de Amanecer
En una línea similar, Amanecer también ha supuesto una férrea oposición a las ideas expuestas por la FEUC. Javiera Berrocal, secretaria general del pacto, es categórica al referirse a los comunicados emitidos por la federación: “En su intento de separar los discursos del movimiento de Solidaridad, de su imagen como directiva FEUC, han caído en contradicciones evidentes, perdiendo credibilidad y generando una desconexión con el estudiantado”.
“Ignoran decisiones previamente tomadas por estudiantes de la universidad, como lo votado en 2017 respecto al aborto, donde quedó claro que ciertos temas ya habían sido debatidos y definidos por el estudiantado”, comenta Berrocal al referirse a cómo la FEUC, más allá de estar causando división al reabrir temas que ya parecían discutidos y zanjados, está, sobre todo, fallando en su labor como entidad representativa del estudiantado, pues “han utilizado su plataforma para reforzar una visión sesgada, que ha generado rechazo y ha profundizado la crisis de representación en la federación”, manifiesta.
La postura de Avanzar
Desde Avanzar, movimiento situado en la centro-derecha del espectro político, también fueron emitidas declaraciones respecto al manejo comunicacional de la FEUC. Alonso Magaña, coordinador general del movimiento, manifestó una gran insatisfacción con el desempeño comunicacional de la federación. “Creemos que hay temas que se pudieron haber tocado de mejor manera”, señaló.
Magaña sostuvo que la FEUC fue electa democráticamente, y, mientras sus opiniones se emitan con respeto, están en su derecho de expresarlas, aunque generen un alto disenso. No obstante, Magaña también reflexiona respecto a las acciones de la oposición; señala, por ejemplo, que no hubo respeto en algunos carteles “ofensivos” que los opositores de la federación pegaron en las puertas de la oficina FEUC. El coordinador comenta que, en su momento, la FEUC de la Nueva Acción Universitaria realizaba las mismas prácticas, y “ahora ellos, muy hipócritamente, no están dejando a la federación actual pronunciarse respecto a ciertos temas desde sus puntos de vista, más allá de que estemos de acuerdo o no”.
Avanzar también se refiere a lo acontecido en torno a la oficina FEUC el 26 de marzo. Magaña se rehúsa a calificar la manifestación de los carteles pegados a la oficina como un acto de “intolerancia”; por el contrario, considera que se trata de una expresión totalmente válida desde el punto de vista democrático: “Claro que fueron violentos algunos carteles, claro que fueron violentos algunos dichos, algunas expresiones, acciones como tal. Pero la movilización (…) no creemos que haya sido algo violento en sí mismo, sino que cabe dentro de la libertad de expresión que tiene toda persona, o todo grupo de personas, de manifestarse sobre un tema”.
¿Una decisión ya tomada?
Aun cuando la actual federación ha afrontado diversas polémicas, lo cierto es que gran parte del revuelo causado se origina, en parte, en lo que Pablo Matus llama el “terreno gris” en que operan las organizaciones del tipo federación de estudiantes. “En el fondo son organizaciones intermedias que no son exactamente partidos políticos, sino que son movimientos, en este caso estudiantiles, cuya premisa (…) es que están ahí para promover una visión de mundo estudiantil”, expone Matus a la hora de señalar que, muchas veces, los movimientos políticos se sienten con el derecho de decir cosas que escapan al alcance que genuinamente tienen; ha pasado antes, “ha pasado con movimientos de todos los sectores”, y supone “un riesgo transversal”.
La NAU, por ejemplo, admite que en los periodos en que estuvo a cargo, también tuvo fallos comunicacionales: “Creo que ninguna Federación está exenta de cometer errores en comunicaciones (…) Para nosotros la comunicación es clave para poder conectar con los estudiantes, con la comunidad universitaria en general de manera clara y efectiva”, expresa Moira Cortez al mencionar la importancia que tiene el asignar un presupuesto específico a recibir asesorías comunicacionales, declaración que podría tomarse como un consejo, pero que llega frente a un presupuesto que ya fue definido.
Cierto es que, según Pablo Matus, mucho de la actual situación de la FEUC podría mejorar si existe una definición respecto a aquello que se quiere ser; es decir, el acabar de definirse como una federación contestataria o una conciliadora, y actuar en consecuencia. No obstante, puede que aquella decisión ya haya sido tomada: “Aquí el tema es que la izquierda, no está acostumbrada a escuchar y tolerar posiciones políticas distintas (…) no hay un problema en lo que comunicamos, sino que hay un sector político que no tolera posturas distintas, y nosotros no cederemos ante la cultura de la cancelación”, explaya Clemente Fernández, desde la FEUC, al ser consultado sobre si sostiene el recorte en presupuesto comunicacional como un acierto.
“Nosotros nos mantenemos firmes con nuestras convicciones y seguiremos defendiendo nuestros principios, porque nosotros sí representamos un cambio en la federación”, añade Fernández a su explicación, dejando claro que una decisión ya ha sido tomada, y que, en esta ocasión, como en muchas otras, las opiniones al crudo parecen primar sobre cualquier forma o deseo de conciliación.