Cientos de matronas se congregaron en la Alameda para protestar contra la modificación a la norma técnica número 150 que, entre otras cosas, reducía su campo laboral. Tras conversaciones, se anunció su derogación.
Tras la dictación del decreto exento N° 243 del Ministerio de Salud (MINSAL) fueron miles las profesionales de obstetricia quienes se organizaron para manifestarse el pasado viernes 23 de mayo.
En específico, este decreto que modificaba la Norma Técnica N°150 de “Criterios de Clasificación Hospitalaria” fue objeto de protesta, ya que las profesionales acusaron que implicaba una reducción de su campo laboral y un riesgo a la atención obstétrica. Según explicaron, dichas pacientes dejarían de ser diferenciadas en las atenciones de urgencia y neonatología pasaría a ser parte de pediatría.
En un principio, el MINSAL defendió la modificación expresando que “esta revisión era requerida para enfrentar los nuevos desafíos sanitarios del país, como el envejecimiento poblacional, la multimorbilidad y la creciente demanda por cuidados prolongados”. Además, añadieron que: “lejos de restringir, la nueva norma abre oportunidades para que estos establecimientos amplíen su capacidad de respuesta y ofrezcan soluciones de salud reales y efectivas”.
Con todo y tras la masiva manifestación, la ministra de salud, Ximena Aguilera, anunció que el decreto será revisado y que, por el momento, se derogarían los puntos álgidos: “Dijimos que cualquier elemento de la norma que no se entienda bien o que parezca representar un retroceso será modificado. Llegamos al acuerdo de modificar de forma urgente aspectos que parecen necesarios”, sentenció la ministra.
Lo cierto es que la UC no vivió este problema de forma activa, ya que no imparte la carrera de Obstetricia. Sin embargo, la entrada en vigor de la norma generó gran preocupación entre cientos de estudiantes de universidades que sí ofrecen dicho programa, el cual promedia cinco años de estudio.
En ese sentido, El PUClítico recogió la declaración de Victoria, estudiante de segundo año de Obstetricia en la Universidad Autónoma de Chile quién manifestaba angustia: “(…) esta carrera es mi carrera soñada, la única que tenía y tengo en mi mente, no me imagino trabajando en otra cosa”. Para Victoria, con este decreto: “sacan la mayoría de las cosas de las que yo me quería dedicar y dejan otras que la posibilidad de mi empleabilidad es bajísima por la gran demanda de matronas que hay”.
Además, otra estudiante de Obstetricia nos expresó de forma anónima: “Me enteré por el grupo de mi generación”. La noticia del nuevo decreto le provocó un fuerte impacto: “Fue frustrante, desesperante y angustiante. Llevamos años preparándonos y enamorándonos de esta carrera, y ahora nos dicen que al salir se nos cerrarán puertas”.
Con tristeza, añade que “La mayoría ya tiene áreas de interés, y ver esto es saber que no habrá posibilidades o que la empleabilidad va a bajar. Nuestros sueños y expectativas se ven manchados con esta reforma”.
Finalmente, nos contactamos con Amanda Cueto, delegada de la CONFECh en nuestra universidad, para saber si la organización estudiantil estaba al tanto de una situación que, por momentos, generó preocupación en parte del sistema de educación superior. Sin embargo, hasta el cierre de esta nota, no obtuvimos respuesta.