Nació en las peores condiciones. Su madre para entonces era extranjera “ilegal”. Él creció siendo inmigrante, al crecer desobedeció a las autoridades y fue prisionero. El niño no tan niño andaba por las calles, compartía con prostitutas; enfermos despreciados; sus amigos no eran poderosos y la mayoría no podía aspirar a grandes riquezas. El joven intentó cambiar el sistema de opresión y desigualdad; dar un nuevo enfoque de vida. Y por esta misma causa, al incomodar a un grupo de privilegiados, fue asesinado.

¿Quién será ese niño? ¿Te logras reflejar en el relato? ¿A quién ves con esas características?

Para mí, lo que más se asemeja es a la vida de Jesús, el verbo hecho carne. La importancia de ver a Jesús más allá de la figura espiritual y entenderlo desde su humanidad permite comprender su estadía en la tierra. El propósito de traer las buenas nuevas del cielo al presente. Un propósito marcado por la profunda preocupación por quienes más lo necesitaban; por estar del lado de los despreciados; por desafiar las reglas institucionales que perpetúan el abuso. Por comenzar a ver a Jesús como quien hoy en día vemos como delincuente.

En estos tiempos de elecciones, donde la política se hace más presente en nuestras vidas, el mensaje es invitar a reflexionar sobre a quiénes les estamos entregando la potestad de representarnos. Si los futuros gobernantes buscaran la reconciliación o fragmentar aún más al país.

Creo que darle espacio a quienes reniegan del pasado, a quienes no hacen un análisis crítico de la realidad nacional (incluso desde la academia) o aún justifican atrocidades humanas, como la mayoría de los postulantes de derecha. Es caer en un discurso peligroso para nuestra democracia.

Resulta complejo invitar a personas con esas características a un espacio que se define como lugar de integración humana, al que la Universidad aspira. Y me refiero a la entrevista realizada a la candidata Evelyn Matthei por el Movimiento Gremial.

No quiero sonar extremista. Pero quisiera recordar que, a veces, una pequeña acción de buena voluntad, como participar un solo día en un voluntariado, es tapar el sol con el dedo. Los problemas sistemáticos seguirán y ese ego hambriento será rápidamente saciado sin siquiera generar un cambio mayor.

Cuando la política toca vidas, la fe debe llamarnos a cuidarlas. Por eso, hoy más que nunca la iglesia debe volver a mirar en dónde está el prójimo; buscar el origen de los problemas. Ver al que un día dio la vida por la humanidad, en aquellos que nacen en sus mismas condiciones y hoy son perseguidos.

Casos como el asesinato de las adolescentes en el Estadio Monumental, el crimen contra Francisco Albornoz, las infancias abandonada en nuestro país, el genocidio al pueblo palestino o las pensiones miserables que reciben nuestros adultos mayores no pueden ser ignorados ni minimizados.

Porque “amar a otra persona es ver la cara de Dios” y, sobre todo, amar a otra persona es mostrar la cara de Dios.

Cristóbal Rojas

Estudiante de College de Ciencias Sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You May Also Like

Falta de comunicación

Estimado director, Si tuviese una moneda por cada “¿Para que votar si…

Alteración de juicio de realidad

Estimado director, En psiquiatría y psicología al finalizar la primera entrevista clínica…

Plebiscito y desinformación

A más de una semana de transcurrido el plebiscito de salida por una nueva constitución, los resultados de esta aún dan de qué hablar. Y es que la diferencia entre el Rechazo y el Apruebo fue sorpresivamente amplia y, así como en cualquier elección, los ganadores celebran y los derrotados se lamentan.

Tarjeta en impresión.

$89.600 pesos. Esa es la suma exorbitante que ha gastado cada novate…