Hoy 11 de abril se realizó en el campus San Joaquín la ceremonia de inauguración y bendición de la nueva plaza de la paz; un monumento conmemorativo a los cincuenta años del golpe militar en Chile. El evento se llevó a cabo con una lista de distinguidos invitados y un perímetro cerrado durante la ceremonia, justo a las doce de la tarde junto al templo.

Entre los invitados, destacaron distintas autoridades de distintos sectores de la sociedad. Desde diversos representantes religiosos que dieron su bendición y se unieron en una oración conjunta, familiares de víctimas de los crímenes de la dictadura hasta la directora de Derechos Humanos de Carabineros de Chile. Además del distinguido ministro de cultura: Jaime de Aguirre, sentado justo al frente con un discurso en mano. Pero sin duda quienes más sorprendieron a la comunidad fueron los familiares de detenidos desaparecidos relacionados a la Universidad Católica, agrupados en primera fila bajo la invitación y satisfecha mirada del rector Ignacio Sánchez.

Durante la ceremonia también se pidieron disculpas por la ausencia del presidente Gabriel Boric; miembro de la lista de invitados que no pudo asistir, según se dijo, por la contingencia que se vive en este momento en el país.

El Rector abrió la ceremonia con un discurso respecto a lo ocurrido durante y después del golpe del 73. Lamentando la desaparición y ejecución de miembros de la comunidad de la Pontificia Universidad Católica, quienes fueron violentados por motivos políticos. Con una mirada llena de melancolía y esperanza llamó a todos a comprometerse con la protección de la democracia, y “evitar que esta tierra tenga que vivir una tragedia como aquella otra vez”, citando algunas figuras religiosas que jugaron un papel importante en la protección y acompañamiento de víctimas durante la dictadura.

En una conversación con el PUClítico, el Rector habló de la importancia de la asistencia de las familias de detenidos desaparecidos, a quién percibió participativos y tranquilos, destacando también la cantidad de representación interreligiosa que se vio al momento de bendecir la plaza.

La decisión de edificar dicho monumento se extendió entonces en la búsqueda de un espacio familiar, abierto al público que además sirva de recuerdo de lo ocurrido. Aunque aclaró que el resultado final era total mérito del equipo creativo a cargo del diseño, el cual estuvo en manos de Claudio y Francesco Di Girolamo quienes “hicieron un excelente trabajo con el espacio dado”.

Además del Rector, se subieron a decir algunas palabras el encargado del equipo creativo y el ministro de Cultura, Jaime de Aguirre. Ambos destacaron la importancia de la memoria y la democracia en nuestra sociedad actual, llamándolas las únicas garantías de que algo parecido no vuelva a ocurrir. Al finalizar, autoridades de distintas religiones dirigieron una oración conjunta, antes de dirigirse hasta el centro de la plaza y realizar la correspondiente ceremonia de bendición del lugar. Cortando cada uno un trozo de la banda junto a otros invitados.

Desde la izquierda universitaria, conformada por distintos movimientos estudiantiles de la UC, la reacción al evento fue variada. Juventudes socialistas se instaló junto a las barreras con carteles denunciando a las figuras cuyas frases se incluyeron en el monumento, alegando que era una falta de respeto hacia los detenidos desaparecidos incluir citas de personas con historiales cuestionables.

Por otro lado, Memoria UC junto a la FEUC se acercaron al rector con una carta en la mano; pidiéndole que la leyera y atendiera sus demandas. En el texto se pedía que no fuera un círculo cerrado el que tomara todas las decisiones en cuanto a memoria y reparación; pues la comunidad también tiene derecho a incluir sus ideas y hablar de cómo les afectó el suceso. Ofreció crear un comité especializado en la conmemoración de los cincuenta años del golpe militar, donde profesores, estudiantes y todos aquellos que se quieran sumar puedan discutir el rol que tuvo la universidad durante la dictadura, y así sanar la profunda herida que la sociedad chilena aún carga. También se insistió nuevamente en la creación de un observatorio y/o centro dedicado a los derechos humanos en la UC, además de espacios de discusión y cátedras que preparen a profesionales conscientes del significado de dignidad y derechos humanos.

Para finalizar la instancia, el Rector abrió el acceso público para que ingresen diversos colectivos, grupos estudiantiles y familiares de víctimas de la dictadura quienes portaron rosas para realizar un acto conmemorativo con un minuto de silencio y un llamado a viva voz de todos los nombres de los vulnerados que se encuentran tallados ya en la plaza.


Nota realizada por Sofía González y Sebastián Cornejo.

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