A raíz de las recientes declaraciones de la candidata presidencial por Chile Vamos y exalcaldesa de Providencia. La señora Evelyn Matthei justificó el Golpe de Estado de 1973 como “necesario” e incluso inevitable, es urgente recordar que en Chile la represión más brutal se vivió durante diecisiete años.
Los sitios de memoria —repartidos en distintos y comunes rincones de Santiago y del país— fueron testigos silenciosos del modus operandi de la dictadura cívico-militar. Allí se torturó, se asesinó y se hizo desaparecer personas. Personas como tú. Personas como yo. Incluso a muchas que nada tenían que ver con la resistencia al régimen de Pinochet y sus secuaces.
En casos no menores, quienes delataron fueron sus propios vecinos, un compañero de curso o incluso, el rector de su universidad. Como resulta ser nuestro caso, con el profesor de la Facultad de Educación: el señor Alejandro Ávalos.
Hoy, la mayoría de estos sitios sobrevive en paupérrimas condiciones —materiales y humanas—, ya que no cuentan con un presupuesto fijo y dependen del esfuerzo propio para mantener viva la memoria de los que ya no están en el plano terrenal.
Ahora bien, Señora Matthei:
Lo que sí era evitable en la década los setenta era el Golpe de Estado. Eran evitables las muertes, la tortura, el exilio y la desaparición forzada.
Ese mismo Golpe, que tantas veces ha defendido, asesinó a hombres y mujeres de todas las edades. Incluso mujeres encintas. Lo cual suena un tanto ilógico, considerando que su sector político se declara defensor de “la vida del que está por nacer”, pero a la vez respalda a un dictador que mandó a matar mujeres embarazadas por ser comunistas. Como la querida tecnóloga médica: Reinalda Pereira.
Lo que es evitable hoy es dejar desamparados a nuestros sitios de memoria y relativizar el horror vivido por miles de familias chilenas. Y digo miles, porque son 1.469 personas víctimas de desaparición forzada.
Lo inevitable, Evelyn, es la democracia. Y su gente, que lucha incansablemente por evitar que personas como usted la corrompan.
Contra el miedo, avanza la democracia.
No pasarán.
Valentina Navarro Carrasco
Estudiante de Ciencia Política
Militante del Frente Amplio