Llega el 16 de octubre y hay fiesta en la Facultad de Educación; es el día del profe. Si bien es genial que haya un día en el que se reconozca la labor docente, no podemos evitar sentirnos un poco molestos al recordar lo que se vive los otros 364 días del año. El Día del Profesor, más que una simple conmemoración, debería ser un espejo que refleja la urgencia y las contradicciones de nuestro sistema educativo. La vocación docente es la columna vertebral de la sociedad, pero ¿la estamos cuidando o la estamos llevando al límite, tanto en las aulas como en la formación inicial docente?

A nivel nacional, la docencia está en una crisis con proyecciones alarmantes. Donde Chile se encamina hacia un déficit de miles de profesores en los próximos años (especialmente en áreas STEM y en regiones). Recientemente se publicó un estudio en que se indica que 22.949 profesores menores de 40 años desertaron el sistema escolar. Las razones son conocidas y se repiten hasta el cansancio: baja valoración social (docentes que son amenazados por apoderados, los típicos comentarios que recibimos los estudiantes al decidir entrar a estudiar pedagogía: “No estudies pedagogía, te vas a cagar de hambre”), condiciones laborales que no compensan la complejidad del aula (que incluye una creciente crisis de salud mental y violencia escolar), un sueldo que no refleja ni un tercio del trabajo, y la lista solo crece.

Los estudiantes de pedagogías UC no somos la excepción. Día a día vemos a profesores de esta universidad tratar en menos a sus estudiantes de pedagogía en relación con aquellos de su propia disciplina (cosa que pasa muchísimo con los estudiantes de Pedagogía en Educación Media). Escuchamos comentarios de nuestros compañeros de universidad mirarnos en menos, tildando nuestras carreras de “fáciles”, con “poca carga académica” y donde los estudiantes somos «poco capaces». Prácticamente, somos tratados como estudiantes de segunda categoría.

Nuestra profesión es mirada en menos, pero recordemos que todos tuvimos profesores, unos mejores que otros, pero, en general, una parte importante de lo que somos hoy es gracias a ellos. Sin ir más lejos, que tú estés leyendo esta carta y que tú estés estudiando en la UC es gracias a un profesor.

Los estudiantes de pedagogía nos tomamos muy en serio nuestra labor y compromiso con la educación, y tú, ¿nos tomas en serio?

Cristóbal Santander, Estudiante de Pedagogía en Educación Media en Química.

Isabel Kreimerman, Estudiante de Pedagogía en Educación Media en Matemáticas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You May Also Like

Alteración de juicio de realidad

Estimado director, En psiquiatría y psicología al finalizar la primera entrevista clínica…

Falta de comunicación

Estimado director, Si tuviese una moneda por cada “¿Para que votar si…

Plebiscito y desinformación

A más de una semana de transcurrido el plebiscito de salida por una nueva constitución, los resultados de esta aún dan de qué hablar. Y es que la diferencia entre el Rechazo y el Apruebo fue sorpresivamente amplia y, así como en cualquier elección, los ganadores celebran y los derrotados se lamentan.

La felicidad de Chile comienza por los niños

A 50 años del golpe que quebrantó la democracia en nuestro país,…