Estimado Director:
Día a día somos cientos de miles de santiaguinos que, silenciosamente, debemos modificar nuestros recorridos cada vez que por protestas se cierra una estación del metro. Lo aceptamos silenciosamente porque no tenemos otra opción, pero debo confesar que nos gustaría hacer nuestro trayecto inicial.
Andrés Ariztía B. | Estudiante de Ingeniería