Estimada directora:
El pasado martes 4 y miércoles 5 se realizó, una vez más, un paro de profesores. Y, una vez más, miles de estudiantes fueron privados de su derecho a educarse. ¿Hasta cuándo vamos a normalizar que se utilice a los más vulnerables como herramienta de presión en negociaciones?
Resulta irónico que un gobierno nacido del movimiento estudiantil tolere con tanta pasividad estas paralizaciones. ¿Dónde quedó la defensa de la educación pública? Hoy, quienes antes marchaban por los estudiantes permiten con un silencio cómplice que se sigan perdiendo clases sin consecuencias.
Las condiciones laborales de los docentes son importantes, pero no pueden anteponerse al derecho de los niños a aprender. La educación no se defiende a medias ni solo cuando conviene.
Tomás García
Presidente Movimiento Gremial UC