Nuevamente una mujer es la candidata de la Nueva Acción Universitaria para disputar la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica. Procedente de Ingeniería Comercial, con ideas progresistas y un fuerte sentido feminista, Catalina Jofré es la antítesis del candidato de Solidaridad (derecha), Santiago Fernández. A pesar de ser la candidata de una larga dinastía federativa, sus antecesoras tienen grandes expectativas sobre ella, ¿Quién es Cata Jofré? ¿Podrá convertirse en la novena presidenta mujer de la FEUC?
Catalina estudia para el segundo debate del día, ahora para la Radio UC. En la sala Cowork de Comunicaciones, vacía para la hora que es, Cata Jofré se hace preguntas como si fuera su contrincante, parte de su preparación para este tipo de instancias. Adelanta sus respuestas en una pequeña libreta que estará con ella mientras se enfrenta al candidato de oposición.
Entrevistas con la prensa, debatir, hacer patio y repetir incansablemente las consignas de su movimiento son las actividades que llenan la agenda de Catalina Jofré durante el periodo de elecciones en la Universidad Católica. Sentada en una de las bancas del patio de Comunicaciones, Catalina reflexiona sobre el camino que la lleva hoy a la disputa por presidir la federación de estudiantes más importante del país.
“Para mí hablar de una Federación liderada por una mujer es hablar de una Federación que puede inspirar también a otras mujeres y otras secundarias a ingresar a esta Universidad. Porque no hay nadie que pueda luchar más por los espacios seguros como una propia mujer ha vivido espacios inseguros en su vida.”, son las palabras de Catalina Jofré, la candidata a la presidencia FEUC por la Nueva Acción Universitaria.
Catalina Jofré (21) encuentra su pasión en el trabajo colectivo. Fue parte del Centro de Alumnos dos años seguidos en el colegio, a pesar de que no es una etapa que recuerde con cariño, según cuenta. Hoy es experiencia que la ha forjado para presentarse en cargos de representación estudiantil.
Siguió de cerca la Toma Feminista de Casa Central en el 2018. Esos momentos, donde vio por la televisión como los movimientos estudiantiles actuaron en señal de protesta en contra la Universidad, fue inspiración punzante para ella. De ahí, tuvo claro quería entrar a la UC y militar en la Nueva Acción Universitaria. “Era entrar a la Chile o entrar a la Católica y militar en la NAU, y por eso me decidí”.
En un principio entró a College de Ciencias Naturales, pensando en ser Matrona. Luego de unos meses se desencantó, y escogió cambiarse a Ingeniería Comercial. Una carrera que en su momento había “satanizado”, pero que le hacía ilusión poder ayudar a las personas a través de la creación de políticas públicas, según cuenta ella.
Sus amigos cercanos comentan que “siempre está en algo, si es que no es con cosas de su carrera, está haciendo algo por política universitaria”. Cosa que se ve reflejada en sus hobbies, porque además de haber sido la Consejera Territorial de su carrera, tiene una pyme de peinados profesionales y suele hacer clases particulares de inglés y matemáticas.
Maite Estay presidenta de la FEUC entre el 2021 y 2022, cuenta que conoció a Catalina cuando ella entró a militar en el NAU: “Inmediatamente destacó. Destacó por su buen trabajo, por su proactividad, su fortaleza al momento de transmitirnos lo que ella pensaba y por ser una mujer totalmente power. Empoderada”. Esa motivación fue suficiente para que el movimiento le confiara cargos relevantes, y así en el 2021, cuando era novata, fue parte del equipo de campaña, desde la parte de Finanzas. El inicio de su currículum en la Nueva Acción.
¿Por qué eres la persona ideal para el cargo?
“Un poco lo que yo hice fue como ponerme a disposición de la voluntad de mi movimiento, y es por eso que yo acepto la presidencia, porque creo mucho en el colectivo y en la decisión del colectivo. Y si la decisión del movimiento fue que yo era la mejor carta, ahí está mi corazón y mis manos”, declara Jofré. En la Nueva Acción Universitaria la lista que se candidatea es escogida democráticamente por los militantes del movimiento, y es algo que destacan los miembros del movimiento, que hoy apuestan por Catalina.
Catalina es feminista, lo ha sido siempre, porque era lo que le hacía sentido. Siempre la movieron las causas sociales, e incluso antes de saber qué quería estudiar, sabía que quería militar en la Nueva Acción Universitaria. Luego de ser parte del equipo de Finanzas en el 2021, al año siguiente, se desempeñó Coordinadora General de Consejería Superior en el 2022, sumado a su campaña y elección como Consejera Territorial de Ingeniería Comercial para el periodo 2022-2023. Además, durante el segundo semestre de este año se desempeñó como Coordinadora Externa del NAU!.
Se define a sí misma como una “girls girl”, fan del maquillaje, los peinados y sus amigas son vitales para ella; todo lo contrario al estereotipo de liderazgo femenino que tenemos en el colectivo social. “La NAU apuesta por liderazgos femeninos, no solamente el liderazgo como de la ‘mujer estereotipada’ que igual es válido, sino en sus distintas aristas. En mi lista hay mujeres muy distintas, pero todas con liderazgos igual de válidos e igual de admirables”.
Desde su creación en 1938, la FEUC ha tenido 63 presidencias –sin contar múltiples mandatos de la misma persona-, y 8 de ellas han sido mujeres. Sabina Orellana, actual presidenta de la FEUC cuenta que esto es una dificultad, y que se ha repetido a lo largo de la historia. Esto, sumado a los espacios masculinizados de la universidad, según detalla Sabina, es algo con lo que se tendrá que enfrentarse Catalina, si es elegida este 8 de noviembre. “estructuralmente está pensado bajo paradigmas masculinos y entrar en esos espacios de poder y aportar una visión y una mirada desde ese liderazgo es un desafío que tenemos que enfrentar todas las mujeres que somos presidentas”.
Hablar de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica es hablar de la historia del país. El movimiento estudiantil ha estado presente en acontecimientos como la Reforma Universitaria del ‘67, fueron parte de la oposición al gobierno de Salvador Allende y su proyecto de la Escuela Nacional Unificada; en los 80s protestaron activamente contra el régimen militar y sus dirigentes fueron protagonistas del Movimiento Estudiantil del 2011. Catalina tiene presente esta idea: “La universidad es un reflejo muy grande de lo que es el país, Y en eso mismo está el tema de la injusticia que es algo que a mí me mueve mucho, y en esas injusticias están los derechos de las personas, sobre todo los derechos sociales”.
Dice que su motivación es acabar con las injusticias, a pesar de que es un concepto amplio, “eso engloba las injusticias académicas, las injusticias de género, las injusticias de ingreso”. Siento estas últimas las que más le interesan, porque entra dentro de los derechos sociales que ven a la educación como un derecho y no un bien económico para lucrar con ella, expresa.
La NAU! Es el único movimiento progresista que ha conseguido ganar seis elecciones consecutivas, y uno de los tres que lo ha logrado, junto al Movimiento Gremial y la Democracia Cristiana Universitaria. Hoy, tras XX de federaciones consecutivas, la oposición universitaria los llama “los mismos de siempre” con coros que expresan que “de ‘Nueva’ no tienen nada”; además, relucen en debates nombres como Giorgio Jackson o Miguel Crispi, políticos nacionales que, en los inicios de su carrera, militaron –y fundaron, en el caso de Crispi- en la Nueva Acción, para hoy verse envueltos en uno de los mayores casos de corrupción de los últimos años.
Sin embargo, el movimiento fue primera mayoría en los comicios del 24 y 25 de octubre con 4.360 votos de 13.500. Esto a pesar de tener a la izquierda fragmentada en estas elecciones producto de la aparición de la lista Otra Era, creada en conjunto entre los brazos juveniles de los partidos Convergencia Social y las Juventudes Comunistas (PC).
Luego del debate en Casa Central y compartir un almuerzo con su lista en el Boulevard Alameda para pelar al movimiento contrincante, Cata Jofré camina con mucha tranquilidad por el Barrio Lastarria mientras se realiza la entrevista. Está confiada no solo por ella, sino porque tiene detrás el apoyo de todo su movimiento. “nosotros elegimos a nuestros candidatos democráticamente y eso le da una fuerza innegable”.
Sus cercanos coinciden en que es una persona que siempre está para los demás, dispuesta a ayudar a quien lo necesite. Catalina comenta que esta pasión por ayudar al resto viene dado por su religión y valores cristianos, vocación que lleva a su trabajo en la NAU y en la Universidad.
“Es una persona muy dulce, una persona muy cariñosa y empática y siento que me cuesta distinguir un poco las características buenas que ella tiene como persona, de las que tiene como candidata, porque en realidad es una candidatura muy humana, muy trabajadora, muy prolija. La Cata es súper carismática, súper cercana, es una cuestión que ella aparece en un lugar y se rodea de gente porque ella quiere escuchar, ella tiene mucho que contar, entonces es bien magnética en ese sentido”, comenta Manu Stevens, secretario general de la NAU y amigo cercano de Catalina.
Benjamín Pérez, actual secretario general de la FEUC, conoció de forma cercana el proceso de decisión de su movimiento en el que Jofré salió electa. Fue una jornada de elecciones interna sumamente intensa, la cual se extendió durante todo el día. Finalmente, los múltiples sectores decantaron en nombrar a la estudiante de Ingeniería.
En 2 palabras, ¿cómo describirías a Cata Jofré?
-La indicada.
Al conocer a Catalina Jofré, ver cómo era y cómo trabajaba, Maite Estay, expresidenta de la FEUC, comentó con un compañero de federación, en el 2021, que Catalina sería presidenta. “Y mírala ahora, está de candidata y honestamente a mí no me cabe duda de que va a salir electa y va a ser una excelente presidenta”, declara.
