Estimado director:

Siendo nuestra Facultad de Comunicaciones la que hace un par de semanas era celebrada y reconocida por ser de las que contaba con mayor participación universitaria en el ámbito electoral, nos parece paradójico e insatisfactorio vernos enfrentados al azar de una moneda para poder elegir a nuestro próximo Consejero Territorial (CT).

Después de que se tuviera que realizar una segunda votación por un descuadre en las mesas, y posterior al empate entre los dos candidatos, ¿fue lo más sensato elegir al próximo CT a la suerte de una moneda al aire?

Desacertadas, a nuestro juicio, también fueron las aseveraciones hechas por autoridades de nuestro territorio frente a la controversial situación. “Sobre todo tomar la seriedad que esto tiene, finalmente esto no es algo ideal que pase, pero pasó, y hoy día pudimos solucionarlo. Logramos comunicarnos y tomar una decisión en conjunto”, se puede escuchar decir al final de uno de los ‘en vivo’. Una transmisión donde se puede apreciar cómo los diferentes participantes grababan entre risas los acontecimientos que se llevaban a cabo, siendo una falta de respeto para todas y todos los estudiantes pertenecientes a la Facultad de Comunicaciones.

El dilema no estuvo realmente en la moneda, sino en la falta de escucha a la voz del estudiantado.

Contradictorio porque, al ser nuestra labor como futuros profesionales de las comunicaciones una tan intrínsecamente ligada a la supervisión y mantención del orden institucional democrático, que se llegue a este tipo de soluciones, entre cuatro paredes y a través de salidas por secretaría en nuestro territorio es, a lo menos, problemático.

Insatisfactorio pues, en la misma grabación, donde queda patente el lanzamiento de moneda planteado como solución, se observa una ejecución jocosa y con poca conciencia de los cargos ocupados por las personas involucradas, ante la elección de un representante estudiantil. Escenario digno de cuestionamientos por parte de nosotros, que observamos como espectadores a nuestras autoridades, sin mayor capacidad de intervención ante lo sucedido.

Creemos que estas resoluciones lúdicas y que no consideran el clamor estudiantil, deben encontrar respuesta, a futuro, a través de reformas a los estatutos que garanticen alternativas más democráticas y solemnes ante dilemas de esta clase. Esto no solo para mejorar las instituciones internas de nuestra facultad, sino que para marcar un precedente a nivel universitario que incentive al estudiantado a participar de procesos que significarán una mejor representación ante el Consejo Ejecutivo y la Federación de Estudiantes.

Hay que recalcar que este mismo tipo de situaciones son las que alejan al estudiantado de las urnas, traduciéndose en sufragios poco representativos y un posible desincentivo a la partición política de nuestras compañeras y compañeros cuando sean profesionales, expuestos a las verdaderas vicisitudes e implicancias de la política nacional. Esto también corre para las alumnas y alumnos que actualmente ocupan cargos, para que, una vez ya titulados, puedan ejercer sus posibles funciones políticas con la altura de miras, seriedad y responsabilidad que como sociedad exigimos a nuestros gobernantes.

Ahora, con este escrito por ningún motivo intentamos desacreditar ni menospreciar a ninguno de los dos candidatos a CT. Nuestro llamado es simplemente a buscar, a través del diálogo y los acuerdos, una solución para los años por venir, argumentando simplemente con la falta de seriedad y representación con la que se llevó a cabo una materia que debería ser tratada con la solemnidad propia de la elección de un cargo de representación de la Facultad de Comunicaciones ante toda nuestra casa de estudios.

Develar problemas sin entregar soluciones no es nuestra intención. Se había comentado con anterioridad la posibilidad de repetir las elecciones, en una tercera vuelta, junto al sufragio para designar el nuevo Centro de Estudiantes de Comunicaciones, votaciones que se realizaron esta semana. O la posibilidad de que los candidatos para CT gobernanran en conjunto, puesto que en la primera iteración del plebiscito sólo contaron con la diferencia de un voto, en el contexto de elecciones FEUC, y en la segunda empataron. Pero a pesar de esas posibilidades, perseveró la idea del azar de una moneda al aire.

Nuestra sugerencia, como estudiantes de la Facultad de Comunicaciones, es potenciar el cargo de los delegados electos por cada generación a inicios de año. Los delegados son representantes estudiantiles designados democráticamente, los cuales nos podrían ayudar a llegar a una decisión que vaya más allá de una moneda y más acorde al deseo estudiantil.

Esperamos, con mucha atención, una respuesta y pronta solución por parte del CECOM y la FEUC.

Firman:

Andrea Antonello Monzón, Periodismo

Aline Bergen, Periodismo

Magdalena Yáñez, Periodismo

Daniela Avendaño, Periodismo

Agustín Monsalve, Periodismo

Joaquín Astaburuaga, Periodismo

Matías Jeanneret, Periodismo

Catalina Gómez, Dirección Audiovisual

Martina Núñez, Periodismo

Bastián Villa, Dirección Audiovisual

Almendra Méndez, Periodismo

Pedro Tenorio, Facultad de Comunicaciones

Martín Kuhn, Periodismo

Antonia Appelgren Flores, Periodismo

Martina Astargo, Facultad de Comunicaciones

Danae Torres, Facultad de Comunicaciones

Benjamín Roque, Periodismo

Benjamín Reyes, Dirección Audiovisual

Carolina Arratia, Periodismo

Matilde Ramos, Dirección Audiovisual

Fernanda Álvarez, Periodismo

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